- Año: 2012
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Fotografías:Francisco León, Luis Gordoa
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Proveedores: NewMat
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Restauración del Monasterio de Santo Domingo de Soriano con el Título de “San Pablo”. Ubicado a tan sólo una cuadra del zócalo de la ciudad de Oaxaca, entre las calles de Independencia y Hidalgo, se encuentra un conjunto de casas/edificios que forman parte del primer convento dominico de la ciudad.
Hasta hace tres años, el ex convento de San Pablo consistía en una edificación prostituida por una serie de añadidos de poco valor histórico que repercutieron en el edificio no sólo de manera estética – dejando el edificio completamente ahogado dentro de estos agregados, si no porque afectaban directamente la estructura del edificio antiguo por la enorme cantidad de peso que éste tuvo que soportar.
Como primera parte del rescate, se alivió la estructura original, demoliendo la gran mayoría de pegotes. De esta manera se logró así recuperar prácticamente el 90% de los corredores altos y bajos del convento, parte de la iglesia y el total de la Capilla del Rosario.
Desafortunadamente, el área resultante de las liberaciones era insuficiente para dotar al edificio las funciones culturales con las que fue concebido y que ha sido el motor para el rescate de este inmueble. Por lo tanto, fue necesario colocar en el lado oriente del conjunto una estructura metálica ligera y reversible, que hace referencia al carácter efímero de un andamiaje de obra y que a la vez conmemora la antigua crujía de celdas perdida en la apertura de la calle de Fiallo.
Este elemento contemporáneo crea, junto con el deambulatorio oriente, un espacio útil con una superficie de casi 700m2 dividido en 3 niveles. Esto satisface las necesidades de área requeridas para el funcionamiento de una biblioteca especializada y un área de exposiciones que deben estar bajo un clima estable y al resguardo de la intemperie.
Para esto, este espacio se divide en dos zonas: una sala de lectura, que se ubica al interior de la intervención, en una relación directa con el patio del claustro y protegida de la intemperie por una fachada de cristal que siempre se encontrará bajo sombra gracias a una cubierta móvil.
Y áreas de archivo/resguardo, que se concentrarán en el deambulatorio oriente aprovechando la condición masiva del convento. Se procura alojar la mayor parte del acervo directamente en el muro para no comprometer con peso innecesario la estructura del inmueble y proteger al acervo de la luz.
Hacia el exterior, y en lo que antes fue un estacionamiento público, se recuperó el atrio de la iglesia demoliendo todos los agregados recientes, al cual se puede acceder de e nuevo desde dos callejones que se reabrieron en sus dimensiones originales. Este espacio históricamente abierto en el corazón de manzana, tipología ajena a una ciudad como Oaxaca, funja ahora como punto de encuentro y distribución hacia los distintos edificios que forman parte del conjunto.